Improvisación individual y grupal

La Improvisación en Musicoterapia requiere del discernimiento entre Improvisación Musical e Improvisación Clínica o Terapéutica.

No se trata simplemente de hacer una improvisación bonita. Lo importante es que esa improvisación tome su inspiración en el ritmo, las dinámicas o el texto que el/la paciente haya expresado previamente y en los cambios que este/a vaya produciendo sobre la marcha.

Nuestra mayor dificultad es la gestión del tiempo. Tenemos que conseguir darle una forma musical en 1 o 2 minutos a las intervenciones individuales de un paciente, dejando espacio para incluso modificar el ritmo o la armonía en función de sus cambios. 

El criterio se aplica también a las improvisaciones en sesiones individuales, aunque aquí el factor tiempo es mucho más flexible y relajado. En esta situación, la dificultad reside más en enriquecer cada vez más la improvisación con contrastes, modulaciones, inclusiones de texto, etc. pero manteniendo la simplicidad del tema para que los pacientes no se sientan perdidos. No hay que olvidar que, en la mayoría de los casos, nuestros pacientes NO son músicos. 

Gestión del tiempo, la duración de la improvisación:
Es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Las improvisaciones deben ser breves para que el resto del grupo pueda mantener la atención y no interfiera con comportamientos inapropiados. Y cada uno de los participantes del grupo debe tener su espacio de improvisación, como un momento único en el que expresar su individualidad, sus emociones y su creatividad.

Todo un reto y una gran oportunidad de desarrollar nuestra escucha, nuestra creatividad, nuestros “reflejos musicales” y poner en práctica nuestros conocimientos armónicos y formales de la música.

Precio de 40 € por sesión

Clase 1

Adquirir más destreza y rapidez en la creación de patrones rítmicos a la vez que melódicos (sentido de frase), cortos y concretos, que puedan encajar en las intervenciones de nuestros pacientes.

Clase 2

Aumentar la habilidad de desarrollar dichos patrones de manera sencilla, dando un cambio o giro a la improvisación (o una parte B), cuando así lo requiera la música del paciente.

Clase 3

Conseguir transmitir al paciente el final de la improvisación (ayudarle a terminar de una forma clara y adecuada a su música), sin brusquedad y controlando el factor tiempo en todo momento.

Clase 4

Lograr la adquisición de más recursos musicales para las improvisaciones en sesiones individuales.