La alegría de hacer música

La música que nos sale espontáneamente cuando canturreamos, cuando hacemos ritmos con los pies o las manos al escuchar una melodía, etc. está íntimamente ligada a nuestros estados de ánimo y nuestras emociones.

Nuestra materia prima como seres humanos es, en última instancia, la vibración y el sonido. Somos energía y ésta, en su mínima (y “Máxima “) expresión, es vibración: SONIDO.

Nuestro sistema respiratorio, circulatorio, metabólico, tienen un RITMO, al igual que nuestro latido cardíaco y nuestro pulso.

Nuestra voz tiene un TONO y un TIMBRE, únicos e intransferibles, diferentes a cualquier otra persona. Es lo que conforma nuestra MELODÍA como seres humanos.

Todo ello nos hace SER de una manera concreta, creando esa ARMONÍA, nuestra esencia, lo que Somos.

Tenemos en nosotros todos los elementos de la música (Melodía, Ritmo, Timbre, Armonía). Se podría expresar como que somos “seres musicales” y, por ello, la Música nos puede ayudar a conectar mejor con nuestras emociones, con nuestra esencia, con nuestros potenciales y, desde ahí, conocernos mejor, sentirnos más libres y auténticos.